lunes, 27 de abril de 2009

TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN


La aceptación de la evolución biológica es una parte esencial de la explicación del mundo natural. Charles Darwin, padre del evolucionismo, llevó a cabo una investigación imprescindible para demostrar que la evolución natural existía, y era un hecho constatable. La lectura de la documentación sobre el uniformismo de Lyell y el largo viaje de cinco años de exploración alrededor del mundo fueron los hechos más importantes que le permitieron desarrollar su propia teoría sobre la evolución. Sus observaciones le llevaron a concluir que la evolución todavía se estaba produciendo, especialmente tras su visita a las islas Galápagos, en el Océano Pacífico. Este archipiélago contiene especies que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. A Darwin le chocó especialmente que algunas especies de pájaros eran ligeramente distintas de unas islas a otras, comprendiendo que la clave de este hecho era que las distintas especies vivían en medios diferentes, Dedujo que, tras la llegada de los pájaros desde el continente, éstos se habían tenido que adaptar a ecosistemas diversos, adaptándose anatómicamente, tras muchas generaciones, de tal manera que pudieran conseguir la suficiente comida para sobrevivir y reproducirse. Esto significaba que los individuos que tenían una variación que les da la ventaja de vivir mucho tiempo y reproducirse con éxito son los más óptimos para trasmitir sus rasgos a la siguiente generación. Como consecuencia, sus rasgos se hacen más comunes y la población evoluciona. La naturaleza selecciona las variedades mejor adaptadas para sobrevivir y reproducirse. A este proceso se le conoce como selección natural.

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